La eboraria es el arte decorativa de labrar o tallar en marfil. Su tallado suele ser un trabajo muy delicado y meticuloso, de alta precisión y detalle, pues se debe trabajar, generalmente, con piezas únicas de pequeño o mediano tamaño, que conllevan la dificultad asociada con el uso y forma de este material selecto ―curvatura, dureza, color, etc.
El marfil es una materia ósea procedente de los dientes y colmillos de distintos animales vertebrados, especialmente de elefantes, aunque sus orígenes pueden ser variados. Se trata de un material sólido, denso y pesado y, fundamentalmente, por su escasez y dificultad para obtenerlo se convirtió en una de las materias primas más preciadas para el adorno y la fabricación de objetos suntuosos (Marfil et al., 2018).
El Arte de la Eboraria
Desde épocas remotas, este material exquisito y escogido ha sido considerado de gran valor, tanto artístico, como económico. Por este motivo, fue reconocido y llamado popularmente como el “oro blanco”, debido a su estético color, que dependerá en gran medida de la calidad y origen del material (Marfil et al., 2018).
El Bote de Zamora es una pieza de marfil, de colmillo de elefante, con detalles en plata y de una calidad artística fabulosa. Tal es así, que este bote de marfil viene a reflejar el refinamiento y la maestría técnica alcanzada en la época del Al-Ándalus en los talleres califales de Medina Azahara. Se compone o divide de dos elementos o trozos de marfil, que conforman el cuerpo y la tapa, esculpidos a pico y bisel (Puerta Vílchez, 2013).
Los objetos eborarios procedían de talleres artísticos cualificados, bajo la potestad exclusiva del califa, que los elaboraban teniendo en cuenta esta materia prima, costosa y de difícil obtención. En este período existía un elevado interés por la fabricación de objetos de gran valor, considerados preciosos o de lujo en aquella época (Holod, 1992).
El Bote de Zamora es una pieza de marfil, de colmillo de elefante, con detalles en plata y de una calidad artística fabulosa. Tal es así, que este bote de marfil viene a reflejar el refinamiento y la maestría técnica alcanzada en la época del Al-Ándalus en los talleres califales de Medina Azahara. Se compone o divide de dos elementos o trozos de marfil, que conforman el cuerpo y la tapa, esculpidos a pico y bisel (Puerta Vílchez, 2013).
Los objetos eborarios procedían de talleres artísticos cualificados, bajo la potestad exclusiva del califa, que los elaboraban teniendo en cuenta esta materia prima, costosa y de difícil obtención. En este período existía un elevado interés por la fabricación de objetos de gran valor, considerados preciosos o de lujo en aquella época (Holod, 1992).
Desde épocas remotas, este material exquisito y escogido ha sido considerado de gran valor, tanto artístico, como económico. Por este motivo, fue reconocido y llamado popularmente como el “oro blanco”, debido a su estético color, que dependerá en gran medida de la calidad y origen del material (Marfil et al., 2018).
Regalar obsequios suntuosos fue una actividad esencial en las principales cortes islámicas, dentro de la estrategia de actuación representativa y promocional del soberano.
El Bote de Zamora es una pieza de marfil, de colmillo de elefante, con detalles en plata y de una calidad artística fabulosa. Tal es así, que este bote de marfil viene a reflejar el refinamiento y la maestría técnica alcanzada en la época del Al-Ándalus en los talleres califales de Medina Azahara. Se compone o divide de dos elementos o trozos de marfil, que conforman el cuerpo y la tapa, esculpidos a pico y bisel (Puerta Vílchez, 2013).
Los objetos eborarios procedían de talleres artísticos cualificados, bajo la potestad exclusiva del califa, que los elaboraban teniendo en cuenta esta materia prima, costosa y de difícil obtención. En este período existía un elevado interés por la fabricación de objetos de gran valor, considerados preciosos o de lujo en aquella época (Holod, 1992).
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Desde épocas remotas, este material exquisito y escogido ha sido considerado de gran valor, tanto artístico, como económico. Por este motivo, fue reconocido y llamado popularmente como el “oro blanco”, debido a su estético color, que dependerá en gran medida de la calidad y origen del material (Marfil et al., 2018).
El Bote de Zamora es una pieza de marfil, de colmillo de elefante, con detalles en plata y de una calidad artística fabulosa. Tal es así, que este bote de marfil viene a reflejar el refinamiento y la maestría técnica alcanzada en la época del Al-Ándalus en los talleres califales de Medina Azahara. Se compone o divide de dos elementos o trozos de marfil, que conforman el cuerpo y la tapa, esculpidos a pico y bisel (Puerta Vílchez, 2013).
Los objetos eborarios procedían de talleres artísticos cualificados, bajo la potestad exclusiva del califa, que los elaboraban teniendo en cuenta esta materia prima, costosa y de difícil obtención. En este período existía un elevado interés por la fabricación de objetos de gran valor, considerados preciosos o de lujo en aquella época (Holod, 1992).
Desde épocas remotas, este material exquisito y escogido ha sido considerado de gran valor, tanto artístico, como económico. Por este motivo, fue reconocido y llamado popularmente como el “oro blanco”, debido a su estético color, que dependerá en gran medida de la calidad y origen del material (Marfil et al., 2018).
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El Bote de Zamora es una pieza de marfil, de colmillo de elefante, con detalles en plata y de una calidad artística fabulosa. Tal es así, que este bote de marfil viene a reflejar el refinamiento y la maestría técnica alcanzada en la época del Al-Ándalus en los talleres califales de Medina Azahara. Se compone o divide de dos elementos o trozos de marfil, que conforman el cuerpo y la tapa, esculpidos a pico y bisel (Puerta Vílchez, 2013).
Los objetos eborarios procedían de talleres artísticos cualificados, bajo la potestad exclusiva del califa, que los elaboraban teniendo en cuenta esta materia prima, costosa y de difícil obtención. En este período existía un elevado interés por la fabricación de objetos de gran valor, considerados preciosos o de lujo en aquella época (Holod, 1992).